Los molares

Me estoy cargando las muelas. Hoy me han sacado otra. La genética manda, y nuestras emociones también. Las hormonas iniciaron el proceso, y el tedio se ocupó de lo demás. En tres años de malestar, impotencia y estrés laboral, han muerto mis 4 molares. Ni educación emocional, ni resiliencia, ni leches. Me quiero marchar. No encuentro la forma. Y a mi cuerpo le está costando caro…

A medida que pasa el tiempo, soy más consciente de que todo en mí es orgánico. No me sale a cuenta transigir, ceder, soportar, conceder… En la vida, uno ha de ir haciendo su camino soñado. Lo contrario, es envenenarte día a día, hasta que finalmente enfermas.

Autora: annacarrera.com

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